viernes, 6 de septiembre de 2013

Y así fueron "Los gemelos"...


            Cuando empecé con "Los gemelos", me propuse ir anotando en este "cuaderno de bitácora" todo lo que fuera acontaciendo con el montaje. Así lo hice saber públicamente y así fue casi todo el proceso. Siempre sacaba algo de tiempo entre ensayos y producción para ir dando pinceladas y acercar a aquellos que leyeran este blog a nuestro montaje.
             Pero inevitablemente el tiempo cada vez era menos y, lo que hacía más dificil mantener la coherencia con el seguimiento, cada vez era más lo que nos iba ocurriendo y por lo tanto era digno de reflejar. Esto hizo que definitivamente me alejara de este propósito para centrarme en lo que realmente nos ocupaba.
             Pero ha habido gente que me ha reclamado información a lo largo de todo este tiempo, así que he dicidido hacer un pequeño resumen de lo que ocurrió con "Los gemelos" que tantas satisfacciones nos ha dado a quienes hemos formado parte del equipo que ha trabajado en pos de esta regalo.
             Lo primero que hubiera puesto, es que el ambiente ha sido fenomenal. Cada mañana iba a ensayar con una alegría enorme. Eso no es muy normal tratándose mi trabajo, no sólo de interpretación, si no de producción. Cada cierto tiempo había algo, por pequeño que fuera, que me obligaba a tomar una decisión. Pero ha sido muy fácil. Primero, porque Paco Carrillo es una de las mejores personas que me he cruzado en mi vida. Podría añadir muchas cosas más, pero sólo diré eso. Segundo, porque los compañeros (elenco, ayudante de dirección y banda), en todo momento estuvieron implicados al cien por cien y ha sido una continua fiesta. Tercero, porque las incorporaciones que con el tiempo se iban añadiendo a los ensayos (escenografía, vestuario, maquillaje, producción, etc.) lo que hacían era sumar y nuca restar. Hubo un día, que conté en la nave de ensayos a 32 personas trabajando intensamente para que esto saliera adelante. Luego dirán que esto no da trabajo y que la cultura es algo prescindible (no sólo por esto, no lo es, pero también por esto).
             Lo que hubiera puesto después, casi cerca del estreno, es que empezábamos a estar aburridos. Necesitábamos al público. No sabíamos lo que teníamos entre manos y eso nos ponía muy cardiacos. Invitamos a los ensayos a nuestros seres queridos. Lo pasaron genial, pero no podíamos olvidar que siempre se ganaron el apelativo de queridos, y ¿por qué esta vez iba a ser menos?
             Luego fue nuestro ensayo general. Ahí intuimos que la cosa podría ir bien. Estuvieron los amigos de la prensa y sus comentarios y risas, nos hicieron ver que igual no nos habíamos equivocado del todo...
A partir de ahí vino lo que realmente nos emocionó. El público nos premió, primero con su presencia (dicen las crónicas que en total fueron 11.494 espectadores) y luego con sus risas, con sus aplausos entre escenas y con su alegría en los saludos cuando convertíamos aquello en una verbena. El sábado se colgó el "no hay entradas" y eso nos sirvió de "orgullo y satisfacción"...fin de la cita.
             Ese mismo día nos comunicaron que el jurado nos había otorgado el premio Ceres del público. Os aseguro que en aquel momento fue motivo de alegría para todos los presentes. No en vano, creo, claro, no soy objetivo, que era ponerle nombre a lo que el público ya nos estaba regalando. Luego vinieron los comunicados que tanto dieron que hablar pero que os garantizo que en nada han minado las ganas de este productor de seguir luchando por esta obra. Quién quiera saber lo que opino al respecto, que tenga el detalle de preguntármelo personalmente por las decenas de medios que existen. Ya lo hicieron muchos amigos, opinaran lo que opinaran. Pero claro, por eso son amigos...
            Y ahora nos encotramos en estas. A punto de empezar con los preparativos para "encerrar" estos Gemelos en un Teatro a la italiana. ¿Cómo quedará? Eso siempre será un misterio, pero esa es ya otra historia...
              Por cierto, felicidades a nuestros "vecinos" de las Tesmoforias. Creo que el Teatro hecho en Extremadura, está a un nivel altísimo y así se reconoce fuera de nuestra región...

martes, 13 de agosto de 2013

Características del teatro de Plauto.






Características del teatro de Plauto, frente a sus modelos griegos:
La comedia griega era esencialmente dialogada, sólo incluía música y danza en los intermedios. Plauto, sin embargo, introduce un porcentaje muy elevado de partes cantadas a lo largo de la acción, creando así una verdadera ópera cómica, llegando a ocupar dos tercios de la obra. Cuando un actor no estaba preparado para cantar otro le doblaba mientras el primero sólo gesticulaba.
Romanización en lo referente a dioses, lugares, costumbres, etc.
Contaminatio: mezcla elementos de varias comedias para crear una nueva.
El fuerte de su comicidad radica en producir efectos cómicos, no caracteres teatrales. 
Dice Edualdo Solá Farrés en el Prólogo a las Comedias de Plauto, Bruguera, 1984: El estilo de Plauto es el mismo en todas sus comedias, es un estilo originalísimo en el lenguaje. No ha usado ninguna palabra que no fuera conocida por el pueblo, ninguna palabra que distara de la lengua hablada en las calles o en las plazas. No se ha servido, en absoluto de grecismos sintácticos o estilísticos.  Su estilo se halla diametralmente opuesto al de sus modelos. En él muestra su gracia inimitable, la vivacidad y el nervio de sus efectos cómicos alegres y espontáneos. Posee el temperamento dramático en grado raro, ve a sus personajes en movimiento y se mueve con ellos, obligando al público a que le siga, de invención en invención.  A veces, sus bufonadas pueden no gustar a algún lector, pero hemos de pensar que Plauto no ha tenido en cuenta más que la diversión de sus espectadores. Y esta diversión era recia, sensual y tosca y tendía a las bufonadas ricas en color más bien que a sutilezas en la intriga.  
Teniendo en cuenta estas características plautinas, será más fácil comprender nuestra versión de Los Gemelos, una comedia donde prima el humor sobre la intriga, el lenguaje modernizado pero común y sencillo, donde la música se convierte en otro personaje de importancia y, en fin, donde los caracteres interesan menos que las situaciones cómicas, puesto que la intención última de esta comedia, tal y como la concibió Plauto, no es sino arrancar unas risas del público.

martes, 6 de agosto de 2013

Plauto, ese chico frívolo.



Se suele juzgar a Plauto muy a la ligera. Este Plauto es un cachondo, me parece estar escuchando decir a alguien desde las gradas, un chico frívolo y ocioso que escribe comedias sin más intención que la de ganarse unos dracmas arrancando risas fáciles al populacho. Pues mire, si es usted de los que piensa así, se equivoca de cabo a rabo.
Vaya a sus biblioteca, desempolve el viejo tomo de teatro plautino y descubrirá, a poco que se adentre en cualquiera de sus obras, que hay, entre las bromas, entreveradas una profunda carga de pensamiento. De hecho, algunos expertos afirman que la filosofía penetró en Roma a través de la Comedia antes que por sus filósofos. Y cuando digo expertos me refiero a expertos de verdad, de esos con gafas de culo de botella. Y no pretenderá usted llevarle la contraria a un experto con gafas de cristales gordos.
Este es el caso de Los gemelos, aunque todavía no vamos a entrar en harina. No seamos egocéntricos. Sé que está usted deseando saber qué se va a encontrará cuando del 21 al 25 de agosto se siente en las piedras del Romano a contemplar nuestro espectáculo. Vale. Pero no todo va a ser hablar de nosotros mismos. Deje que le dediquemos al menos un par de entradas al pobre Plauto que, después de todo, será lo único que saque de esta función.
Desde ya le advierto que el lenguaje de Plauto no es exquisito ni relamido, pero tampoco es siempre soez ni ofensivo ni ceñido a un solo estrato social o a la empalagosa jerga de los gremios. Por el contrario, su vocabulario es abundante, inagotable. Al gañán hace hablar como gañán y  al caballero con los aderezos de su especie, cosa que si hoy nos parece de lo más común tenemos mucho que agradecer al talento  y la osadía de nuestro buen Plauto. Cicerón dice de él que sus personajes se expresan con tal espontaneidad que a veces es casi imposible hallar la medida de sus versos. Que era su modo de piropearle a lo retórico, en lugar de decirle a las llanas que sus versos eran tan naturales y propios que parecía que el personaje en vez de recitar hablaba de corrido y como de calle.

         El secreto de su comicidad no está, sin embargo, en su pulso para dibujar caracteres sino en su habilidad para producir efectos cómicos. Efectos que lograba a base de romper la ilusión escénica, creando equívocos por muy ridículos o manidos que estos fueran, haciendo burla de los provincianos y campesinos pero, sobre todo, de la vida cotidiana de la Roma de su tiempo y, en fin, aderezando sus diálogos con muchos chistes -muchos de ellos de humor grueso-, sin obviar la grosería cuando había que ser grosero y la obscenidad cuando le parecía oportuno ser obsceno. 

        Y lo cierto es que con este modo de escribir y de hacer reír y de retratar las miserias humanas se hizo inmensamente popular. Tanto, que en puridad fue el único autor de teatro verdaderamente famoso en Roma. Las salas, es decir, los teatros de piedra y andamiaje, se atiborraban solo con figurar su nombre en los carteles, con lo cual, como luego pasaría con nuestro Lope de Vega, los empresarios - a los que aburre menos el dracma que el drama y el comer que la comedia-, sustituían el nombre de los autores sin fama por el de Plauto, llegando a circular por la posteridad hasta 130 obras con su falsa firma. Y eso ni era justo ni hay cuerpo que las aguante. Pero así fue por siglos, hasta que llegó Varrón, dijo hasta aquí hemos llegado, se arremangó, sometió a análisis el legado plautino y concluyó que sólo 21 eran auténticas.  Y, entre las más auténticas, Los gemelos. Auténtica, sí, pero no original. Pero de eso hablaremos otro día.

domingo, 28 de julio de 2013

Aproximación a Plauto




            Lo que se sabe de Plauto es poco e incierto. La fecha de nacimiento, por ejemplo, es para unos   el 259-8 a. C y para otros en el 251 a. C.  Su oficio, su patria, su vida y aún su muerte son cosas todas que nos han llegado envueltas entre la leyenda y la especulación. Lo normal, en realidad, entre los autores clásicos.
          Durante siglos se le conoció con diversos nombres: Plautus, Macci Titi, Maccus y M. Accius Plautus. Solo a partir del XIX con el descubrimiento del palimpsesto Ambrosiano se sabe que el nombre en realidad es T. Macci Plautus. Aunque hay expertos que dudan incluso de esto ya que la tria nomina romana, es decir, el derecho a ser nominado con los tres nombres, era algo solo permitido a la alta aristocracia. Tanto es así que incluso hay quien ha llegado a pensar que Tito y Macio pudieran ser dos personas distintas.
            Dice Apiano -95- 165. d. C.- en su Historia Romana “los romanos antiguamente, como otros pueblos, tenían un solo nombre cada uno, pero después tuvieron dos y no hacen mucho tiempo que se empezó a añadir algunos un tercero como reconocimiento de algún suceso personal o, a manera de distinción, por su valor, igual que también algunos griegos poseen un apelativo además de su nombre habitual”.
        Teniendo en cuenta que Titus es un término que entre los romanos se usaba para designar al pene, que Maccus era un apodo sacado de un personaje literario y que Plauti, era el nombre que se daba en Umbria a quienes tenían los pies planos, es fácil suponer que lo que ha llegado a nosotros sea también un eco de su verdadero nombre, un pseudónimo, y que como todo lo demás que rodea a Plauto es vago, incierto y legendario.
         Cicerón dice que Plauto murió bajo el consulado de P. Claudio y L. Porcio, es decir, en el  año 184 a. de J.C. Según Aulo Gelio, el poeta había compuesto él mismo su propio epitafio:

            Postquam est mortem aptus Plautus, Comoedia luget,
            Scaena est deserta, dein risus, ludus, iIocusque
            et numeri innumeri simul omnes conlacrimarunt.

           Desde que la muerte se llevó a Plauto,
           la comedia está de luto,
           la escena quedó desierta,
          desde entonces las bromas,
          los chistes y los innumerables ritmos
          no han dejado de llorar.

miércoles, 24 de julio de 2013

Intensos ensayos de "La Banda de Plauto"





        Estos días están siendo de ensayos intensos por parte de todo el elenco de "Los Gemelos". Muchas horas para hacer que la obra esté donde debe estar el día del estreno, el 21 de agosto.
        "La Banda de Plauto" no iba a ser menos, ensayando sus propias composiciones originales para este montaje. En la foto podemos verlos bajo las atentas miradas de Paco Carrillo, director, María José Pámpano, cantante y Jesús Manchón, ayudante de dirección.
         Aprovechamos para agradecer a la Escuela Municipal de Música de Llerena, la cesión de sus instalaciones para los ensayos.
        Algo me dice que van a ser la sorpresa agradable de este Festival...

jueves, 4 de julio de 2013

Fernando Ramos será "Marco I" en "Los Gemelos" de la 59 edición del Festival de Teatro Clásico de Mérida


       
       Empieza sus pasos como actor con las compañías "Paraiso de Tlaloc" y " Nuestra Natacha". En 1992 cofunda Teatro de Papel Producciones S.L. (Llerena-Badajoz) con quienes sigue participando en todos los montajes realizados hasta la fecha como actor y productor, entre los que cabría destacar “La importancia de llamarse Ernesto” y “El retrato de Dorian Gray” de Oscar Wilde, “Cyrano de Bergerac” de Rodstan o “El enfermo imaginario” de Moliere, entre otros.

          En el año 2000, junto con Esteban G. Ballesteros, crea Producciones Las Siete Sillas S.L.L.(Mérida-Badajoz). Entre otras, monta “Aidos”, “El Portero Automático” o “La Comedia de las Ilusiones”. También coproduce la película "El hombre de arena".
 
 A partir del 2006 crea su propia compañía, Verbo Producciones (Mérida-Badajoz), realizando obras como “La Posadera”, “Jasón y los Argonautas”, "Cantando bajo en la lluvia" o "Cómo no dejar vivir a un muerto".

 Como actor ha trabajado con numerosas compañías, “La Estampa Teatro”, “Teatro del Noctámbulo”, “Aran Dramática”, “Samarkanda Teatro”, “Alsuroeste Producciones”, “Al revés producciones”, “Z Teatro” o “E de Streno”.

Su relación con el Festival de Teatro Clásico de Mérida viene de lejos, habiendo actuado en "El sueño de una noche de verano", "Edipo Rey", "Las Parcas", "Agripina", "Rómulo el grande", "Viriato Rey", "Timón de Atenas" y "Áyax", y habiendo producido "Jasón y los argonautas" y "Mano a mano". 

Con Producciones Mórrimer (Llerena-Badajoz), además de participar en numerosos cortometrajes, ha codirigido los documentales "La columna de los ochomil" y "Los refugiados de Barrancos".


martes, 2 de julio de 2013

Ana García será "Andrea" en "Los Gemelos" de la 59 edición del Festival de Teatro Clásico de Mérida



           Ana García, actriz almendralejense que también realiza sus pinitos en el campo de la dirección y la dramaturgia. Funda en 2010, junto con Jose Recio, la Productora Teatral Planta Baja con la que tiene varios montajes en gira.

          A lo largo de su carrera profesional recibe formación interpretativa  de la mano de prestigiosos profesores como Jose Carlos Plaza, Miguel Hermoso, Roberto Quintana, o Carlos Martínez Abarca. Así como de danza contemporánea y acrobacia aérea con profesores como Cristina Silveira, Zaida Ortiz o Sebastián Bruas.

         Cuenta en su experiencia el haber trabajado con grandes directores como:
 Paco Carrillo (Cómo no Dejar Vivir a un Muerto, La Posadera), Jose Carlos Plaza (Electra, Crónica de Fuenteovejuna)., Memé Tabares (El Crimen Casi Perfecto, Las Parcas), Cristina Silveira (El Viaje de las Heroidas, Prometeo del Fuego a la Luz) o Mauricio Celedón (Amloii, Como lo Dijo Hamlet).

       Y en importantes compañías como:
Verbo Producciones, Pentación Espectáculos, Karlik danza-teatro, Samarkanda Teatro o Teatro de Papel.

       En cuanto a sus logros como dramaturga  en 2008 recibe, junto con el resto del equipo, el Premio de la Crítica y Prensa del Festival de Teatro Clásico de Mérida al  Mejor Montaje Teatral por Procesiones Augustas, de Samarkanda Teatro y dirigido por Cristina Silveria. Y en 2009 versiona y dirige Jasón y los Argonautas para el Festival de Teatro Clásico de Mérida.