La mayor satisfacción para quien presenta un trabajo es que el público responda y vaya a verlo. Bueno, pues eso nos está pasando con nuestro montaje. Ayer estuvo repleto. Tuvimos que empezar 15 minutos más tarde porque tenían que acomodarse en las gradas, e incluso un depósito enorme que forma parte de la escenografía, hubo que tirarlo al suelo para que una parte de los espectadores no se perdieran un detalle. Ya nos quedan las funciones del 3 y 4 de agosto. Esperemos que todo vaya como hasta ahora, y es que tratándose de la obra infantil del Festival, alcanzar la media de 600 espectadores, es un sueño.