LA OPINIÓN DE MÁLAGA
LA ACTUALIDAD EN LA COMEDIA CLÁSICA
El Teatro Romano de Málaga acoge durante este fin de semana a la compañía extremeña Verbo Producciones, con su ingeniosa versión de Los gemelos basada en la clásica comedia de Plauto. Esta obra, cuyo original texto romano es un gran germen de nuestra cultura greco-latina y ha dado origen a múltiples ficciones de teatro, cine o televisión, basado en confusiones por personajes dobles que generan enredos en la acción, tiene en esta ocasión una puesta en escena animada y colorista que navega entre el circo y el cabaret.
Así, navegando, es cómo llegan Marco y su esclavo a la ciudad de Emérita Augusta, con unos flotadores hinchables recorriendo las gradas entre los espectadores, animando al público para participar haciendo la ola y desatando la risa. Con numerosas alusiones y fina ironía, el texto habla de nuestra actual corrupción política generalizada, una crítica mordaz e inteligente donde no faltan los típicos guiños a lugares o personajes locales y su trascendencia en la vida diaria de nuestra ciudad. La gran comedia puede permitirse esas licencias con el propósito de despertar algunas conciencias, aunque su principal función es divertir y en este caso lo hace con creces. Los actores dominan el espacio, y cada uno mantiene el tono de su personaje con soltura y elegancia.
Con sus singularidades físicas para moverse, o sus posturas, o su aspecto entre exagerado y estereotipado, cada uno se maneja bien en su particularidad con cambios de tono, acentos marcados o modismos regionales propios. La prostituta ligera de ropas impone con su sexualidad, desnudez y descaro; los dos gemelos entran y salen provocando la confusión en los otros personajes que les rodean por cambios de situaciones o información; los esclavos chismorrean arrastrando las pasiones propias junto con los objetivos de sus amos; y la comiquísima esposa ofendida se destaca por su composición entre una muñeca y una caricatura.
Este último personaje a cargo de Ana García es muy creativo, con un contraste fuertemente marcado entre sus leves movimientos de sutil desplazamiento y su voluminoso traje; sumando esto a una muy particular dicción pausada y cadenciosa, hace resonar las carcajadas entre los asistentes. Dinámico, farsesco, clawnesco, el desarrollo general es muy rítmico y atrapante. Las canciones, la música, el impactante vestuario, el colorido decorado, todo aporta construyendo un espectáculo brillante, carnavalesco, con fuerza y singularidad para mostrarnos un gran clásico excelentemente actualizado
Juan Pablo Scott
MÁLAGA HOY
UN JUGUETE BIEN ENGRASADO
Al escribir sobre el Amphitrion de Producciones Imperdibles reflexionábamos sobre el difícil equilibrio al que obliga la representación contemporánea de la comedia latina entre su esencia primigenia, marcada a fuego en Plauto y Terencio por la confusión de identidades (una escuela que perduró hasta las revistas del siglo XX y que tuvo especial incidencia en el Siglo de Oro), y los ganchos lanzados al público para provocar la risa en el presente. Pues bien, un ejemplo preciso de cómo este equilibrio es posible viene servido en bandeja por estos Gemelos de Plauto cocinados por Verbo Producciones y estrenados en el Festival de Mérida. El montaje, muy divertido, reúne todos los elementos que cabría esperar: guasa, cuchufleta, canciones, un tono ligeramente soez (el episodio de la erección es fabuloso), apelaciones al travestismo más comedido y disparos a la política cultural de Francisco de la Torre, el irracional trazado del Metro de Málaga y la menos comprensible aún distribución del aforo en el Teatro Romano. Todo esto está, y funciona, y estimula la carcajada. Pero lo hace a la manera clásica, dejando respirar al lío morrocotudo en el que se meten dos hermanos igualitos y que, algunos milenios después, sigue surtiendo sus efectos. Y ni siquiera hace falta un Deus ex machina, oigan.
El respeto a las costuras propias de la comedia latina desde una posición contemporánea, con lo justo de vodevil y de carnaval, funciona, eso sí, gracias a una excelente dirección de Paco Carrillo, que imprime el ritmo adecuado al juguete, sin aceleraciones innecesarias y dando el necesario poso a las transiciones. La composición de los personajes es fértil en sus esquemas, merced al gran trabajo del reparto (la síntesis de alma cándida lograda para Andrea es admirable). Y los momentos más locos son deliciosos. Qué bueno es acabar con ganas de más.
Pablo Bujalance
DIARIO SUR
VERSIÓN EXPRESIONISTA DE UNA “COMEDIA PALIATTA”
El tercer espectáculo programado este mes
de septiembre en el recuperado recinto del Teatro Romano de
Málaga, es la “commedia paliatta” que, con el título de “Los
gemelos”, ha versionado Florián Recio sobre el texto del
Plauto que, a su vez, se había basado en un original griego no
conservado. El título de la comedia plautina era “Los
iguales” o “Los Menecmos”. Como en casi todas las comedias
latinas cuenta con un prólogo que era utilizado por los
autores de Roma como sinopsis argumental, para que los
espectadores de la época, que prestaban dispersa atención a
las representaciones, pudieran seguir la trama tras las
posibles interrupciones y ausencias. (Como hoy en casa con las
dramatizaciones televisivas). El personaje encargado del
prólogo es “Escobilla”, (Brocha en la versión de Alfredo
Marquerie, que en 1.963 estrenó ARA en el IV Festival de
Teatro Grecolatino). La versión realizada en esta ocasión
sustituye el prologo por un coro que dice lo mismo, pero en
formato coral, premeditadamente confuso, pero participativo
con el público y divertido. Un lenguaje coloquial, que
introduce hechos y situaciones de personajes actuales, muy
bien ensamblados con la divertida trama y unos excelentes
perfiles de personajes, potenciados por el estilo
expresionista de una puesta en escena con ritmo trepidante y
unas excelentes y divertidas interpretaciones de todo el
elenco. Con mucho el mejor espectáculo del ciclo, hasta ahora.
Fdº. Óscar Romero